Busca la fuente: el secreto de una traducción de calidad

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Me cuentan, y leo con frecuencia, que se desconfía de diccionarios fraseológicos en línea como Linguee o Reverso Context porque aportan resultados de búsquedas terminológicas poco fiables. En parte entiendo que uno se preocupe en traducir con las máximas garantías posibles y, por esa razón, se desconfíe de herramientas como Google Translator o los mencionados diccionarios, pero discrepo en que los segundos necesariamente beban de fuentes dudosas o de textos de baja calidad. También hay agua potable, mineral y cristalina.

Hablemos de Linguee

Acaban de terminar los sanfermines y la multitud ha entonado el tradicional «Pobre de mí» en la Plaza Consistorial de Pamplona; y para pobre de mí sería el mío como traductor si tuviese que dejar de utilizar una herramienta tan estupenda y fácil de usar como Linguee.

Linguee es un sistema que gestiona la red como un corpus bilingüe y una memoria de traducción web que puede resultar muy útil a la hora de traducir fraseología (las famosas collocations) y nombres de instituciones, tribunales o terminología comercial. En este artículo de Tradugeek se habla con más detalle si lo que quieres es conocer sus características con mayor exhaustividad. Lo que yo pretendo en esta entrada es sencillamente hablarte de la importancia de escoger la fuente adecuada.

 

Resultados para «solicitud aceptada» en Linguee. En naranja están señaladas las fuentes de tres de los fragmentos indicados.

 

Si debemos prestar atención a un detalle cuando hacemos una búsqueda es en la parte inferior de esta, en gris (señalada con un óvalo naranja en la imagen), hay un enlace que suele redirigirnos al documento original del fragmento mostrado. Es ahí donde te tienes que fijar para saber si la fuente es fiable o no.

Afortunadamente, Linguee tiene en su extensa base de datos cientos de documentos procedentes del Parlamento Europeo, Naciones Unidas, Unicef, Unesco o páginas oficiales con información multilingüe como america.gov. Estas son las fuentes de mayor fiabilidad que te puedes encontrar, ya que las redactan expertos con información correcta y terminología normalizada u oficial.

Reverso Context: ¿medalla de plata o covencedor con Linguee?

Lo mismo te puedo decir de Reverso Context: abajo a la derecha de cada fragmento que aparece como resultado de la búsqueda hay una serie de iconos (un altavoz para escuchar, una estrella para favoritos, un pulgar para señalar un problema, etc.), de los cuales está el que parece un documento impreso, al hacerle clic aparece un poco más de contexto y se te indica la fuente original.

Personalmente, estoy mucho más familiarizado con Linguee que con Reverso Context, aunque reconozco que también cumple su función de forma impecable. No me gusta del todo este diccionario fraseológico en línea porque se requiere un registro para poder acceder a todos los ejemplos (esta limitación es más palpable en los dispositivos móviles) y que no se accede a la fuente original (quizá si te registras, no lo he comprobado), sino que se te facilita una muestra un poco más amplia de texto.

¿Qué se pretende con tener fuentes de calidad?

Pues muy sencillo: no meter la pata y realizar un trabajo de calidad, a la altura de las mayores exigencias por parte de un cliente.

Una fuente fiable nos aporta:

  1. Rigor. El hecho de que esté redactada por expertos y profesionales nos da una garantía y nos ahorra esfuerzos de cotejo y comprobación con otras fuentes.
  2. Terminología normalizada propia del ámbito profesional de nuestro documento.
  3. Buena imagen profesional al entregar una traducción precisa y pertinente.
  4. Contenidos para elaborar buenos glosarios o nuestros propios corpus.

 

En suma, una herramienta requiere saber emplearla correctamente y aprender a sacarle el jugo en función de las necesidades de cada cual: no es lo mismo el uso que pude darle un traductor jurado que el de un ama de casa que quiere traducir una receta de rösti del alemán (plato de procedencia suiza, compuesto por patatas ralladas, mantequilla y cebolla, que se cocina a la sartén). No deseches recursos que a priori no parecen útiles, aprende a usar sus fortalezas a tu favor.

Referencias bibliográficas

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